POR LA ESPIRAL
Claudia
Luna Palencia
@claudialunapale
-Reino Unido: sin pies ni
cabeza
En
Westminster crecen las llamas, el fuego del Brexit sigue amenazando, inclusive, con dejar a Reino Unido
sin Gobierno… la premier británica Theresa May puede caer en cualquier momento.
Como lo
veníamos aventurando: el referéndum celebrado el 23 de junio de 2016 en el que
triunfó el “exit” no ha hecho más que
abrir la caja de Pandora porque el agrio divorcio de la Unión Europea (UE) tras
permanecer más de 40 años en el mercado común no será, desde luego, una
fractura sencilla y sin daños colaterales.
Aquí
habrán muchos perdedores, tanto adentro del bloque comunitario que quedará
reducido a 27 países, con una representación en el Parlamento Europeo que a
partir de las elecciones de mayo de 2019 no contará más con el bloque británico
y ni, por supuesto, con la aportación pecuniaria para todos los programas
comunes.
Y
adentro de Reino Unido, la debacle política y la incertidumbre económica, la
agonía también le ha pasado sus costos a los empresarios y a la fe de los inversionistas que, a estas
fechas, no saben bien qué hacer al respecto de si o no canalizar sus planes de inversión hacia territorio inglés.
No se ve
el túnel de salida y en menos de dos meses terminará 2018 con una vorágine de
incertidumbre, porque el escenario es inédito y está lleno de escollos.
El martes pasado, tras ríspidos 11 meses de pláticas
entre la Comisión Europea y Downing Street, para sacar adelante la hoja de ruta del Brexit lograron coincidir
en un documento de 585 paginas y 185
artículos que no deja nada en el tintero.
A May le toca la titánica tarea de pasarlo (el
documento) primero por el visto bueno de su Gabinete y luego, por el cedazo del
Parlamento, lo que significa pura gasolina.
Ayer, la
premier defendió el documento y su contenido ante los parlamentarios a
los que dijo que “se puede salir sin un acuerdo” o atenerse a “que no haya
Brexit” o en el mejor de los casos aprobar lo negociado con Bruselas.
En una jornada inusual cinco miembros de su
Gabinete le presentaron la renuncia objetando, todos mediante una misiva, que
de aceptarse esta especie de Brexit suave, el Reino Unido nunca recobraría su
soberanía y quedaría siempre supeditado a la voluntad de terceros países.
Como muestra de su oposición se marcharon:
Dominic Raab, ministro para el Brexit; Shailesh Vara, primer ministro para
Irlanda del Norte; Ester Mcves, ministra de Trabajo; Anne Marie Trevelyan,
ministra de Educación y también lo hizo Suella Braverman, asistente de Raab.
Así llegó May a Westminster para defender su
postura en medio de una sesión candente, en la que no logró convencer ni a
miembros de su propio partido ni mucho menos
a los del Partido Laborista. Hubo fuertes momentos de tensión cuando ella
aseguró que “se estaban defendiendo los
trabajos de los británicos” entonces medio
hemiciclo arrancó a carcajadas y burlas irónicas.
La dirigente está más debilitada y cansada que nunca, sigue
insistiendo en que bajo ningún concepto aceptará un segundo referendo y su
planteamiento sobre de la mesa ha sido más que claro: o un Brexit duro con
todas sus inciertas consecuencias o la hoja de ruta de un Brexit suave como el
recién pactado.
El ala más dura en el Congreso, los llamados
Brexiteers llevan tiempo movilizándose políticamente hablando y muchos son
compañeros tories de la ministra; un buen número de ellos apoyan al ex ministro
de Exteriores, Boris Johnson, para sustituir a May porque lo ven como el hombre
duro para una salida dura.
El congresista conservador Jacob Rees Mogg
presentó ayer una carta de moción de censura contra la primera ministra, si en
los próximos días se reúnen 48 cartas de
moción de censura del mismo partido que May, lo que sigue para Reino Unidos son
elecciones generales anticipadas. Y de ser así el calendario no podría ser más
fatídico, la fecha exacta de la salida de Reino Unido de la Unión Europea será
el 29 de marzo de 2019.
El peor escenario sería tener elecciones
generales después de esta fecha maldita,
¿cómo gestionar una salida sin saber quién conduce los destinos de la nación
inglesa? ¿Y si es el rocoso Johnson?
A COLACIÓN
¿Cuáles
son los puntos sensibles del acuerdo negociado el martes 13 entre Downing
Street y Bruselas? Primero se pretende limitar los efectos negativos tanto a
las empresas como a las personas: 1) Se evita una frontera dura con Irlanda del
Norte; 2) Reino Unido acepta pagar a la UE 44 mil millones de euros por dejar a
la UE. 3) Serán respetados los derechos de los ciudadanos y de los más de 3
millones de residentes comunitarios europeos en territorio británico. 4) Reino
Unido podrá negociar acuerdos comerciales con otros países. 5) Prevalece la
libre circulación de personas y mercancías. 6) Se acepta la salida de la
política agrícola y pesquera europea. 7) Todo Reino Unido se queda temporalmente adentro de la unión aduanera “y
sin poder decidir unilateralmente” su fecha de partida.
Directora de Conexión Hispanoamérica,
economista experta en periodismo económico y escritora de temas internacionales
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