Claudia Luna Palencia periodista y corresponsal hispanomexicana foto del 18 de octubre de 2018
POR LA ESPIRAL
Claudia
Luna Palencia
@claudialunapale
-Objetivo #HambreCero
Estamos
hablando del mundo del siglo XXI: el de los grandes avances nanodigitales, el
de la Sociedad de la Información, el de la Inteligencia Artificial, la
biotecnología, el desarrollo de la genética y de otros grandes logros científicos…
empero, ni todo eso en su conjunto pueden paliar el hambre.
De
acuerdo con datos de la FAO, en 2017, un total de 821 millones de seres humanos
estuvieron subalimentados, sobrevivieron con las calorías mínimas muy por debajo de las necesidades del promedio de
las personas.
Y,
lamentablemente, si no se frena su ritmo de crecimiento anual en 2050 habrá más
de 2 mil millones de personas famélicas,
una cifra no nada más dolorosa sino vergonzosa… repito en un mundo tan ufanado
de sus triunfos tecnológicos y digitales.
Al
respecto, esta semana en Madrid, se dieron cita más de 160 parlamentarios de 80
países para discutir, interrelacionar y compartir al respecto de cómo en sus
respectivos países se llevan acciones tanto para combatir el hambre como para regular
la malnutrición.
Durante
la inauguración de los trabajos, el presidente Pedro Sánchez afirmó que cada
día mueren más de 7 mil niños en el mundo por no tener nada que comer.
“Y así se
irán añadiendo un día tras otro hasta sumar más de 2.6 millones de niños y
niñas que habrán muerto a causa de deficiencias en su nutrición si no hacemos
algo para evitarlo”.
En
América Latina también el número de personas “subalimentadas” aumentó de 34 a
42 millones al menos en el último año; y tampoco parece menguar la tendencia.
La cita
en la capital de España que por vez primera aglutinó a tantas voces
legislativas de todo el globo terráqueo forma parte de la Agenda 2030 de la
Organización de las Naciones Unidas (ONU) que “insta a los países a redoblar
los esfuerzos para responder a su Objetivo 2 (ODS2)” con la meta de “poner fin al hambre, lograr la seguridad
alimentaria y la mejora de la nutrición, y promover la agricultura sostenible”.
Precisamente
durante breves intervenciones de 5 minutos, se pudo escuchar una diversidad de
opiniones y posturas al respecto de cómo atajar la hambruna.
En
Nepal, por ejemplo, se habló del
esfuerzo del gobierno por entregar 7 hectáreas de tierra por persona debido a
que más del 66% de la población depende de la agricultura para el autoconsumo.
En
Ruanda, su representante legislativo, señaló que en los últimos años el
gobierno estaba entregando una vaca por familia buscando que con ello lograsen
tener una forma de sustento.
A COLACIÓN
Desde
luego se habló del otro lado, la cara B, mientras unos seres humanos mueren
desnutridos… otros, tienen un sobrepeso excesivo en medio de economías que
desperdician todos los días millones de toneladas de alimentos.
Nada más
en la cadena de distribución de los alimentos son desperdiciados el 40% de los
suministros, una cifra escalofriante que bien podría servir para alimentar a
los 821 millones de personas necesitadas de ello.
Pero
allá a donde unos no lo tienen a otros les sobra, es el injusto desequilibrio y
según la Organización Mundial de la Salud (OMS) el año pasado se contabilizaron
38 millones de niños menores de cinco años con sobrepeso.
El flagelo
que tiene rostro infantil se busca ser atacado con una mejor dieta nutricional
e informarle a los consumidores de forma pormenorizada el contenido de lo que está
comprando.
La
Cumbre en Madrid que ya concluyó ha tenido como objetivo encaminar los
esfuerzos globales a lograr que antes de 2030 no haya gente falleciendo ni
sobreviviendo malnutrida y malcomida con el estómago vacío.
Directora de Conexión Hispanoamérica,
economista experta en periodismo económico y escritora de temas internacionales
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