POR LA ESPIRAL
Claudia
Luna Palencia
@claudialunapale
-Acerca de las armas
tóxicas
Son sustancias químicas y biológicas
elaboradas en laboratorios, la mayor parte puestas al servicio de la
Inteligencia militar, aunque también hay laboratorios clandestinos en los que
se producen porque son la fórmula barata -masivamente mortal- para aterrorizar
a grupos de civiles en una guerra o bien en un atentado.
En la memoria colectiva de la aldea global
quedan los enormes daños provocados por el Napalm (también DNapalm) en la guerra de Vietnam que arrasaba y
abrazaba todo; su naturaleza es fosfórica por su unión entre el ácido nafténico
(Naphtenic) y el ácido palmítico (Palm), los investigadores que lo produjeron
buscaban crear un componente de mayor capacidad para arder, por más tiempo, y
en todo tipo de superficies; al mezclarlo con gasolina encontraron una gelatina
capaz de hacerlo.
Se puso al servicio del ejército estadounidense
durante la Segunda Guerra Mundial que lo utilizó en los bombardeos a Japón, su
capital Tokio quedó 60% destruida por su capacidad ignífuga.
La Operación Encuentro fue un letal bombardeo
de la historia militar: en un solo día (del 9 al 10 de marzo de 1945) la
aviación norteamericana soltó 1 mil 700 toneladas de bombas incendiarias de
Napalm M69 sobre de Tokio provocando miles de muertes y muchos edificios en
llamas.
Debido a su efectividad “por ser altamente mortífero,
fácil y barato de ser producido” volvió a ser utilizado en Vietnam pero rediseñado
como Napalm B. A la nueva síntesis se le añadió benceno y poliestireno para
prolongar su combustión.
La fabricó Dow Chemical, en ese entonces una
pequeña empresa agraciada con sendos contratos del Ejército estadounidense que
participaba activamente en un conflicto bélico desgarrador en Vietnam; para el
año de 1985 ya se había convertido en un gigante con ventas por 11 mil 500
millones de dólares, según la revista Fortune.
A la fecha Dow Chemical es la segunda
multinacional del planeta después de Du Pont y se dedica a la producción de
plásticos, químicos y productos agrícolas actualmente tiene presencia en 160
países y da empleo a 54 mil personas; en 2012 vendió 57 mil millones de
dólares. Y produjo el Napalm B desde
1965 hasta 1969.
También
estuvo detrás de la producción del Agente Naranja, durante varios años la
postura ética de la empresa ha sido bastante cuestionada, de forma oficial –a
lo largo de los años- la empresa revira que “como parte de los esfuerzos de
guerra de los Estados Unidos y aliados en las selvas del sur de Vietnam, las
fuerzas armadas estadounidenses trataron de reducir el follaje con fines
tácticos y para eso utilizaron herbicidas de uso militar”.
Entre
las compañías que lo suministraron al gobierno de Estados Unidos cumpliendo con
la Ley de Producción de Defensa de 1950 figuraron: The Dow Chemical Company, Monsanto
Company, Hercules, Diamond Shamrock Corporation, Uniroyal, Thompson Chemical
Company y Thompson-Hayward Chemical Company.
Monsanto, otra de las empresas involucradas,
hace poco fue adquirida por la alemana Bayer por 63 mil 600 millones de dólares
y recientemente la UE dio el visto bueno a dicha operación que tendrá como
resultado el grupo más grande del mundo.
Monsanto suministró 76 millones de litros de
herbicida (el agente naranja es una
mezcla de ácido 2,4-diclorodifenoxiacético y ácido
2,4,5-triclorofenoxiacético) que fueron vertidos sobre de Vietnam de 1961 a
1972; Estados Unidos roció 2.5 millones de hectáreas de bosques y cosechas.
Hay varias multinacionales empeñadas en un
lavado de cara en tiempos en que la responsabilidad social corporativa crece
como un imperativo ante la sociedad y los consumidores demandan ética; además, crecientes grupos de civiles no están dispuestos a dejar que se olvide ese
oscuro pasado.
A COLACIÓN
Desde el origen de los tiempos el ser humano
ha buscado hacerse de diversos materiales al alcance para protegerse y
preservar la supervivencia de su propia especie algunos insumos han significado
un parteaguas en la historia de la defensa, seguridad y las guerras; el más básico ha sido el
descubrimiento del fuego, por los primeros homínidos en el Paleolítico.
La ignición ha sido uno de los procesos
químicos más socorridos en las guerras durante cientos y miles de años una vez
descubierta la forma de cómo hacer fuego, había que encontrar los conductores
más favorables para mantenerlo vivo lo más posible, así como para explotar su
capacidad destructora desde el uso de la brea, otras grasas, aceites u
elementos.
El otro gran hito fue el hallazgo de la
pólvora por los chinos en el siglo IX vino a revolucionar el uso del armamento,
tal es el caso de las granadas fabricadas de cerámica o vidrio que se
rellenaban con dicha carga, en Europa se han encontrado algunos vestigios que
datan del siglo XV.
Directora de Conexión Hispanoamérica,
economista experta en periodismo económico y escritora de temas internacionales