POR
LA ESPIRAL
Claudia
Luna Palencia
@claudialunapale
-Cooperación y diálogo internacional
En los
últimos nueve meses coincidentes con el tiempo en el poder que Donald Trump
ejerce en el liderazgo de Estados Unidos, la aldea global va cimbrando sus
estructuras en la medida que la nueva política diplomática de Washington enfila
hacia la unilateralidad.
Hasta el
momento la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) se ha salvado
del menosprecio del mandatario americano, que como inesperado candidato
republicano a la Presidencia, ya
vociferaba en contra del orden internacional imperante.
Hay un
intenso sismo en las relaciones internacionales y en las instituciones eje de
dicha concordancia y concomitancia, fruto de la negociación, del reconocimiento
del derecho de terceros y de la buena voluntad para sostener la paz.
El
caleidoscopio actual está bastante revuelto, en palabras de Juan Antonio
Moliner González, director del Gabinete Técnico de la Secretaría General de
Política de Defensa de España, “se
cuestionan valores, principios que forman nuestra civilización” tales como la
libertad, la democracia, el respeto, la tolerancia, la cooperación al
desarrollo, el consenso, el diálogo y la seguridad.
“Sobre
todo porque existe una compleja red de intereses compartidos, por tanto,
abandonar el multilateralismo sería caer en la irrelevancia… debe prevalecer la
coordinación”, defendió Moliner González.
En el
curso de verano “La seguridad y defensa de Europa” impartido por la Universidad
del País Vasco al que yo asistí, el militar
reiteró insistentemente que sin la cooperación que demanda el
multilateralismo sería imposible ponerse de acuerdo para, por ejemplo, llevar a
cabo labores humanitarias de conjunto entre países bajo el auspicio de los
organismos internacionales; o bien labores de vigilancia, de patrullaje en
aguas internacionales, etcétera.
“Yo
puedo comentar que la Unión Europea (UE) en respeto a ese cauce de intereses
compartidos es el segundo mayor contribuyente en misiones de ayuda humanitaria
o de vigilancia área”, dijo.
La
disconformidad entre una y otra forma de
digerir el unilateralismo y el
multilateralismo es muy sencilla de entender, esgrimió Moliner González, es
tanto como la diferencia de forma en cómo abordar un conflicto: o bajo el
acuerdo de un grupo de países con el aval de un
organismo internacional o bien hacerlo arropado por uno o dos países
aliados cercanos.
Por eso
es que la ONU -su legitimidad- es importantísima a la hora de abordar los conflictos, defendió
el estratega, que a la vez reconoció
abundantes críticas contra el organismo. “La solución a veces se
transforma en parte del problema”.
Le
pregunté al militar de alto rango si la ONU está quedándose rebasada por los
focos rojos actuales, a lo que respondió: “Fundamentalmente nos sirve para que
no perdamos de vista que es la organización que da la legalidad y la
legitimidad internacional; con todas sus imperfecciones -todos queremos
mejorarla- en cualquier caso la ONU tiene una gran responsabilidad para
mantener la paz y la seguridad internacional”.
“Para
entender su gran relevancia, nosotros en España, nuestra propia Ley Orgánica
exige que para una intervención en el exterior ésta se dé respaldada por una
resolución del Consejo de Seguridad de la ONU.
Para nosotros es básico el principio de la cohesión para solucionar un
problema”.
¿Hemos
rescatado la Guerra Fría versión 2.0? “No, yo creo que sería demasiado tajante
afirmar que se ha resucitado una nueva Guerra Fría. Es verdad que los
conflictos y las crisis continúan en el panorama actual con Irán y Corea del
Norte. Con Rusia hay tensiones, es un gran país, pero para eso están el
diálogo, la mediación y la cooperación”.
Para que
la gente lo entienda de una forma más clara, matizó Moliner González el
multilateralismo es “resolver unidos problemas comunes que nos importan a
todos”.
A su
vez, José Luis de Castro Ruano, profesor de la Universidad del País Vasco,
explicó que en Europa el desenganche de Estados Unidos de la seguridad de
Europa está forzando a la Unión Europea (UE)
a velar por su propia seguridad.
“Pero el
repliegue de Estados Unidos ya viene de tiempo atrás, simplemente en la guerra
de Libia, los aliados europeos fueron
los que junto con la ONU actuaron, asumieron su papel, y Estados Unidos
tuvo una mínima participación”, destacó de Castro Ruano.
Directora de Conexión Hispanoamérica,
economista experta en periodismo económico y escritora de temas internacionales
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