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lunes, 27 de agosto de 2018

LA TUMBA ABIERTA




























Columna Por La Espiral
Por Claudia Luna Palencia
@claudialunapale



-La tumba abierta
“A Julián Palencia González, a todas las víctimas de una guerra”


            No debería haber nietos que defendiesen el honor, la dignidad y sobre todo la humanidad de sus seres queridos mancillados a mansalva por las atrocidades de una estúpida guerra.

            Vencedores contra vencidos: la eterna lucha cuya dialéctica destructiva deja siempre un reguero de cadáveres en cientos de fosas con historias desgarradoras porque casi siempre pagan justos por pecadores de eso se nutre la Historia de nuestra Civilización… como las sanguijuelas lo hacen de la sangre de sus presas.

            Hay gente muerta sólo por ver, por oír, por no decir nada, por no tener nombres para delatar, nada más por existir y para no estorbar; al final de cuentas engrosar las listas manchadas de sangre de los triunfadores y terminar lubricando un odio inflamable.

            Y tanto, que al pasar de los años, a veces, no logra extinguirse. Hay gente que está muerta en las atrocidades de una guerra por el simple y mero hecho de no haber hecho nada, ese es el caso de los moradores de la villa de  Oradour-sur-Glane, en Francia, arrasada en 1944 por los nazis, un comando que pasaba hacia otro sitio que de repente sin más, entró al pueblo y los acabó a todos de manera cruel: a los hombres de todas las edades los rociaron a balazos y a las mujeres con los niños los encerraron en la iglesia del pueblo y les lanzaron granadas y quemaron con gasolina.

            Hoy, la llamada “villa mártir”, permanece intacta. Francia la ha dejado como vestigio para que la gente recuerde la vorágine maldita de la guerra, su carnicería enfermiza que hace a los locos más locos y a los psicópatas más enfermos aún.

            Así como existe la sicología del trauma de guerra de los vencidos y de los vencedores, como documentado está que muchos soldados que participan en combate no vuelven a ser los mismos… no vuelven a reinsertarse socialmente en plenitud. El monstruo los cambia.

            No conozco Japón para decir con verdad si los nipones han perdonado verdaderamente a los estadounidenses por las dos bombas nucleares en Hiroshima y en Nagasaki; y si son aliados incondicionales de la Unión Americana o bien guardan algún resentimiento no manifestado abiertamente hasta ahora. Aunque en el caso de Alemania, cada año piden perdón, por el llamado Holocausto judío.

            Y si uno viaja a Italia o Alemania no encontrará una tumba que exalte ni a Benito Mussolini ni mucho menos a Adolph Hitler, el primero murió ahorcado en una plaza que ahora es una gasolinera, y el segundo, se dijo,  suicidado de bala en su bunker… hoy alberga varios edificios con estacionamientos subterráneos.

            El caso de España es sui generis en este contexto de la Segunda Guerra Mundial y del fascismo, librada la Guerra Civil de 1936 a 1939, Francisco Franco convertido en dictador fascista mantuvo al país ibérico bajo su férula durante 39 años y, a los españoles, se les murió en la cama ningún derrocamiento lo tumbó del poder… más que la muerte.

            Muchos de los republicanos fueron a parar exiliados a México, país siempre hermano y generoso, como pasó con mi abuelo don Julián Palencia González, masón, republicano y preso en un campo de concentración en Bou Arfa donde le obligaron a trabajos forzados como la construcción de la vía para el Transahariano. Él llegó a México gravemente enfermo de tuberculosis en la tercera expedición del barco enviado por el gobierno de Manuel Ávila Camacho, el Nyassa, que llegó a desembarcar en Veracruz el 16 de octubre de 1942.

            Nunca volvió a pisar su país, no miró más el cielo de su patria dejando atrás todo un pasado de emociones y sentimientos resguardado en la querencia de México; don Julián se acostumbró a sus nuevos amores, olores, colores y sabores. Y allí falleció en Uruapan, Michoacán, cada año, pensando que Franco moriría antes.
A COLACIÓN
            El gobierno socialista de Pedro Sánchez aprobó el viernes pasado un decreto de ley que reforma la Ley de Memoria Histórica y permite la exhumación del cadáver de Francisco Franco del Valle de los Caídos, un promontorio majestuoso donde yace enterrado y que nunca debió existir en aras de mantener la dignidad histórica y  la congruencia democrática de una nación que debe estar libre de ataduras.

            Al final lo van a desenterrar, la familia podrá si quiere, darle sepultura privada al cuerpo embalsamado en la capilla íntima en el Pardo o bien si no lo hace el gobierno de Sánchez decidirá dónde. Queda aún la aprobación en el Congreso por mayoría simple pero todo apunta a que prosperará.

            Estos días en España el morbo ha desbordado la afluencia al Valle de los Caídos, como nunca antes, un sitio donde Franco tiene una tumba como Primo de Rivera creador de la Falange tiene otra; aunque con ellos hay una loza de 1 mil 500 kilogramos que debajo tiene a 34 mil cadáveres de represaliados, se dice de ambos bandos.

            Abrir la tumba del fascista español trae estos días un debate agrio en una sociedad que sigue sin perdonarse y sin cerrar heridas donde todo es o blanco o negro; o eres un facha o eres un republicano. Lo curioso es que se olvidan que con Franco tenían hasta la sexualidad reprimida, un beso en público bastaba para ir a la cárcel. Hoy muchos de esos jóvenes de la Era Franco  son hombres de más de 60 años homosexuales abiertos o bien mujeriegos en público pero gays de armario faltos de valor para dar el salto. Han sido marcados por el dictador de por vida…
Directora de Conexión Hispanoamérica, economista experta en periodismo económico y escritora de temas internacionales

miércoles, 15 de agosto de 2018

AMLO QUIERE UN TREN

























Claudia Luna Palencia corresponsal y periodista en #HelsinkiSummit 2018





POR LA ESPIRAL
                             Claudia Luna Palencia
@claudialunapale



-AMLO quiere un tren




            México con sus 31 estados, más la Ciudad de México, como capital tiene un enorme déficit en comunicaciones terrestres que obligan a la gente (que puede pagarlo) a depender de los altos precios nacionales e internacionales de los billetes de avión.

            Cuando Andrés Manuel López Obrador estaba al frente de la Jefatura de Gobierno del Distrito Federal le llovieron críticas por tomar la decisión de construir la importante obra urbana del segundo piso tan necesaria para descongestionar un poco la gran metrópoli que ya a principios de 2000 era asfixiante.

            Se imaginan casi veinte años después, ¿cómo estaría la Ciudad de México sin ése segundo nivel? Yo quiero aclarar que, esta columna, no la estoy escribiendo porque estoy a favor de López Obrador o pretenda quedar bien con él… yo estoy a favor de la obra pública, de la infraestructura, de los grandes proyectos de ingeniería que nos permitan mejorar nuestra calidad de vida.

            Yo recuerdo que en aquellos años se fustigó que en el primer terremoto se caería encima y sería una tragedia, hubo toda una jauría de la oposición enconada porque por fin alguien daría la orden de ejecutar un proyecto relevante.

            Como sabemos no ha dejado de temblar ni de haber sismos ni lamentables terremotos y el segundo piso sigue en pie, y eso ya proporciona cierta tranquilidad; hasta en países que se ufanan de ser más desarrollados los puentes se caen solos como en Italia que, desde 2004 a la fecha, un total de once puentes se han desplomado por diversas circunstancias… como el de ayer en Génova.

            Ya en su papel de presidente electo –aunque todavía no en funciones- López Obrador madura diversas ideas que necesariamente requerirán de números, de planes, de planos cartográficos y de esquemas de ingeniería así como de contratar a empresas experimentadas.

            Por ejemplo, en construir trenes pero trenes de verdad, esto es, de alta velocidad aquellos que superan los 300 kilómetros por hora como en Europa y muchos otros países de Asia.

            El atraso en la infraestructura de comunicaciones terrestres es una tónica que marca a toda América, se ha dejado en el olvido, frustrado ante el tamaño del territorio.

            El Tren Interurbano México-Toluca viajará a 160 kilómetros por hora no quisieron apostar por la alta velocidad porque el costo del proyecto se desbordaba, la inversión muy posiblemente era irrecuperable porque el precio de los boletos desde luego implicaba un costo que sobrepasaba la capacidad económica del pasajero promedio que utilizará el interurbano.

            Ese es el problema de la alta velocidad: la inversión y el retorno en el tiempo aunado a sostener una rentabilidad vía su utilización masiva y el pago de los billetes.

            En el momento de los números es cuando la gente se asusta: le pasó al entonces presidente Vicente Fox quien llegó a mascullar la idea de los trenes de alta velocidad de Querétaro a Ciudad de México y también de la ruta del sureste; luego le pasó por la mente también a Felipe Calderón y hasta se reunió con empresas ibéricas especializadas en la materia, y cuando miró la cantidad de ceros  en el papel se echó para atrás.
A COLACIÓN
            Andrés Manuel quiere un tren, y lo hace pensando con nostalgia en el sureste, que es también el imán fundamental de muchos turistas nacionales pero sobre todo internacionales.

            El incipiente plan en sus manos habla de detonar más el turismo vertebrando Chichén Itzá, Palenque, Calakmul, Tulum y Cancún y se refiere a un tren turístico que suena como a un Chepe pero del sur.

            Vamos que tampoco es la alta velocidad y vaya que hay mucha diferencia entre una liebre y un correcaminos y en pleno siglo XXI el tiempo sigue siendo dinero, un viajero lo sabe significativamente pero igualmente una persona de negocios.

            La alta velocidad permite interconectar ciudades y destinos acortando distancias y al hacerlo lleva progreso; al usuario le proporciona distintas opciones de traslado a fin de romper con el oligopolio del transporte aéreo persistente en el país azteca. ¿Quién será finalmente el presidente que se atreva con ella?
Directora de Conexión Hispanoamérica, economista experta en periodismo económico y escritora de temas internacionales

           





PRESENTACIÓN DEL CLUB DE LA NAFTALINA EN SANTANDER

Vamos para Santander a la presentación de mi novela #ElClubDeLaNaftalina que tan buena acogida está teniendo en España; ya estuvimos en ...