POR
LA ESPIRAL
Claudia
Luna Palencia
@claudialunapale
-Migrar… duele
Sí es difícil migrar, es duro tomar la
decisión porque por principio de cuentas dejas atrás el terruño que te vio
nacer, no es nada fácil desprenderse de los olores, los colores y los sabores
de tu Patria.
Mucho
menos de los lazos familiares y del afecto entrañable de los amigos; se migra
por muchas razones no únicamente por intereses culturales como en su momento
defendió el entonces presidente Vicente Fox justificando que la gente en México
se va “por motivos culturales” más que por causas económicas.
En
esencia los factores más comunes son los siguientes: 1) Por motivos económicos;
2) por un contrato laboral en el extranjero; 3) realizar algún tipo de estudio
o intercambio de investigación y/o docencia; 4) por amor, la consumación de una
pareja; 5) por lazos familiares, sanguíneos y consanguíneos de primera, segunda
o tercera generación.
Los más extraordinarios pasan por: 1) Dejar el
país de origen debido a una guerra civil, amenazas para la vida derivada de
diversas inestabilidades políticas; 2) amenazas por grupos terroristas y o
insurgentes; 3) persecución política o por ideas religiosas o bien por
discriminación de género; 4) porque las condiciones climáticas son adversas o
inclusive persisten hambrunas o insuficiencia hídrica.
También
se desplaza gente a otro territorio por invasiones extranjeras, gobiernos
dictatoriales, guerras de exterminio étnicas, por terremotos, tsunamis y desde
luego por el simple hecho de quererlo hacerlo.
Hoy la
Organización de las Naciones Unidas (ONU) celebra el “Día Internacional del
Migrante”, una conmemoración de piel delicada en momentos en que Europa “la
humanitaria” no sabe qué hacer con los miles de refugiados sirios tocando,
desesperados, a las puertas del Viejo Continente.
De
acuerdo con la Comisión Europea (CE) desde marzo de 2016 que se llevó a cabo la
Declaración UE-Turquía se han logrado reducir los flujos de potenciales
inmigrantes luego de esa especie de efecto llamada que Europa realizó tras
aseverar que se acogerían a todos los refugiados sirios.
Y en el
mosaico humano se mezclaron además de sirios otros muchos grupos provenientes
desde África, la situación en mayúsculas ha desbordado a las autoridades
europeas y ha implicado abrir una gran zanja divisoria en los gobernantes: los
países del sur sumamente reticentes se han rebelado en varias ocasiones contra
la política de cupos obligatorios.
Es más,
Polonia, Hungría y otros países de Europa del Este no lo han respetado sino
todo lo contrario han vallado sus límites territoriales y han perseguido a
todos los refugiados.
A la canciller
germana Angela Merkel le ha costado el reelegirse con la holgura necesaria para
formar Gobierno, ella fue una defensora decidida y terca de los cupos
migratorios de refugiados sirios… es más prácticamente la impuso.
Aunque
en la práctica cada país sigue teniendo
la potestad de decidir a quienes sí o no; a cuántos sí o no; y cómo y el tiempo para legalizarlos
adentro de sus fronteras.
Al final
han prevalecido las expulsiones en caliente, regresarlos de inmediato hacia
Turquía, la nación gobernada por Recep Tayyip Erdogan, ha servido de coladera y
a la vez tapón en el renglón migratorio hacia Europa.
De
acuerdo con el periódico El País “de los 1.4 millones de migrantes arribados a
las costas mediterráneas entre 2015 y 2016, el reparto solo alcanzaba a 160 mil.
Y de esa cantidad, finalmente, se han distribuido 29 mil 144 candidatos”.
A COLACIÓN
Según la
ONU y el Banco Mundial, la fuerza económica de los migrantes se tradujo este
año en 596 mil millones de dólares en flujos de remesas enviados a los
países en vías de desarrollo; aunque
también se enviaron 450 mil millones de dólares en remesas a países
desarrollados.
La ONU
remarca este día señalando que fueron migrantes los que fundaron o cofundaron
empresas como: Google, Intel, WhatsApp, PayPal, eBay, Tesla y Yahoo.
Emigrar
nunca será un camino de rosas, a veces de espinas: el camino es árido, agreste, con
altibajos y muchos desafíos a los que sobreponerse comenzando por el estado de
ánimo (siempre dan ganas de volver) y el llamado de la sangre, dos latidos perennes en las personas que deciden irse de su país
natal.
Directora de Conexión Hispanoamérica,
economista experta en periodismo económico y escritora de temas internacionales