POR
LA ESPIRAL
Claudia
Luna Palencia
@claudialunapale
-¿Choque de
civilizaciones?
En el caleidoscopio del Viejo
Continente, la población musulmana representa el 8% de la población total de
Francia; el 5% de la población total del Reino Unido e igualmente que la de
Suecia; y el 6% de la población total de Alemania.
Para tomar el pulso a la
situación real de Europa y de España, hace unos días consulté a dos reputados expertos en demografía,
prospectiva y análisis estadístico como son Antonio Argüeso Jiménez, titular de la Subdirección General de
Estadísticas Sociodemográficas del Instituto Nacional de Estadística de España
y Alejandro Macarrón Larumbe, director General
de la Fundación Renacimiento Demográfico.
¿Se está islamizando Europa
junto con España? Para responder este cuestionamiento, Argüeso Jiménez se apoya en la evolución de
las cifras contantes y sonantes: “España empezó a recibir inmigración masiva
desde finales de la década de 1990 sobre todo desde 1998. Pero sobre todo se
trata de inmigración desde América del Sur al principio y Europa después (sobre
todo de Rumanía). En 2002 había en
España 1.7 millones de extranjeros de los cuales el 40% eran americanos, 34%
europeos y el 21% africanos. En 2012 el número de extranjeros subió hasta 5.3
millones, de los cuales el 45% eran europeos, el 20% africanos, el 29%
americanos”.
Dentro del componente de población en España, ¿cuáles son los grupos de inmigrantes que más
crecen? Actualmente en España, aclara Argüeso Jiménez, está creciendo sobre todo la población de
colombianos, venezolanos y de italianos, si bien en este último caso en gran
medida son personas con nacionalidad italiana pero que provienen de países
latinoamericanos.
“Destaca también la llegada de
un número creciente de hondureños, que ya se sitúan en cuarto lugar en cuanto a
las nacionalidades que más han aumentado en 2016 en España”.
Hay analistas que consideran que
observando las estadísticas de los últimos cuarenta años, en el país ibérico se
infiere un retroceso grave en la reproducción de los españoles y en
contrasentido acontece lo contrario con los grupos de inmigrantes, ¿es esto
cierto?
En palabras del experto del INE:
“El número de hijos por mujer en el caso de españolas se sitúa actualmente en
1.27 y en el caso de las madres extranjeras en 1.70, es decir, tanto la
fecundidad de las españolas como la de las extranjeras es baja en España. El
18% de los nacimientos en España son de madre extranjera”.
Hay versiones que añaden que el
país ibérico está siendo receptáculo de un importante flujo de migración
islámica, de Medio Oriente y de África, ¿esto es así? ¿Puede este flujo
demográfico convertirse el día de mañana en un grave problema de convivencia
social en España?
“Si analizamos la población
nacida fuera de España vemos que viven actualmente un millón de africanos, de
los cuales 700 mil son de Marruecos. De
Asia en su conjunto apenas 400 mil. En cambio hay 2.3 millones de personas
procedentes de América Latina”.
A COLACIÓN
Para Alejandro Macarrón Larumbe,
director General de Fundación Renacimiento, hablar de inmigración en Europa es
un tema “muy caliente” al tiempo que explica que en Europa Occidental la salud
demográfica de Alemania, Italia, Portugal, Grecia y España es muy precaria y
con tendencia a empeorar.
“Además de estar muy envejecidos
todos estos países, en los cuatro primeros hay desde hace años más muertes que
nacimientos, algo que también sucedió en España en 2015 y es de prever que pase
de nuevo en años subsiguientes”.
El
también prolífico autor de sendos libros dedicados al llamado invierno
demográfico alude al caso de Alemania cuya población en edad activa se reduce
año a año “con lo cual, o bien el país germano importa mano de obra del
exterior o languidecería poco a poco”.
“Desde
1972, en Alemania muere más gente de la
que nace. Entre 1995 y 2015 ambos inclusive, el país germano registró 2.85
millones más muertes más que nacimientos, saldo negativo acumulado que en
Italia fue de casi 800 mil personas en el mismo intervalo temporal”, añade
Macarrón Larumbe.
Para
el escritor de “Suicido demográfico en
Occidente y medio mundo”, las autoridades germanas han reconocido que la falta
de nacimientos es uno de sus principales problemas de fondo y llevan años
ofreciendo sustanciosos incentivos y compensaciones económicas a la natalidad.
Además
está Italia. Macarrón Larumbe agrega que está casi igual de envejecida que
Alemania: “Y aunque lleva menos años que el país germano con
saldo negativo entre nacimientos y defunciones, la magnitud de los números
rojos en su cuenta de resultados nacional de la vida y la muerte está creciendo
de forma exponencial y ya supone un porcentaje similar al de Alemania en
relación a la población”.
Directora de Conexión Hispanoamérica,
economista experta en periodismo económico y escritora de temas internacionales
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