POR
LA ESPIRAL
Claudia
Luna Palencia
@claudialunapale
-Cataluña es asunto de
España
La rebeldía de Cataluña desafiando a las autoridades
españolas para ejecutar -a como diera lugar- el referendo secesionista y la
velada intención de declarar de facto la independencia ha metido un gélido vendaval en el Europarlamento.
El amago es tan pero tan real como la demencia del
Brexit… y los catalanes, con el Govern empecinado en escindirse de España,
quedarían de facto fuera de la Unión
Europea y de todos sus acuerdos eje.
Los parlamentarios ya vieron la que se avecina si el
gobierno del presidente Mariano Rajoy no recurre a la convicción negociadora
del diálogo y busca una salida consensuada y controla el fogonazo
independentista.
El caos total sería ejecutar por un lado el proceso de
salida del Reino Unido y en paralelo readecuar todos los nexos hacia lo que
significaría una España sin Cataluña; tendría que redefinirse el estatus legal de
esa porción de territorio como un nuevo país con sus 7.5 millones de habitantes
que pasarían inmediatamente a ser extraños dentro de la Unión sin derechos.
El pasado
miércoles 4 de octubre quedó
fijado en el Europarlamento la posición focal al respecto de la asonada
catalana y de la gestión de la misma por parte del presidente Rajoy en “pro del
diálogo y del uso moderado de la fuerza de ser necesario”.
Aunque eso sí sus señorías dijeron con todas sus letras
que la UE NO va a mediar en el conflicto de ruptura que sufre España “porque es
un asunto interno” y el presidente Rajoy cuenta con los avales de la ley y de
la Constitución para solucionarlo.
Por el grupo socialista, el parlamentario Gianni Pittella,
pronunció un sentido discurso quizá hasta podría considerarse premonitorio
porque si Cataluña lanza su declaración unilateral de independencia lo que a
continuación vendrá será un abanico de consultas separatistas en varias partes
de Europa empezando otra vez por España con el País Vasco; después con Escocia,
Bélgica con Flandes y Valonia; Francia con los bretones; Italia con Lombardía y
el Véneto; Alemania con Baviera que ya
intentó una consulta secesionista en enero de este año que le negó el Tribunal
Constitucional.
En el peor panorama, el actual mapa europeo en 2017, podría terminar el siglo XXI tan
pulverizado como el mapa europeo del siglo XVI dividido en muchas porciones territoriales dependiendo de
si eran ducados, reinos o condados.
Pittella desmenuza la delgada línea roja que entrecruza a
los europeos y lo hace aludiendo al ex presidente Francois Mitterand quien aseveraba
reiteradamente que “el nacionalismo es
la guerra”.
“Nunca renunciaré a la idea de que se pueda ser al mismo
tiempo catalán, español y europeo. Hay un vínculo indisoluble que los une.
Europa nació para aportar unidad y paz. En estos días en España se está
hablando de secesión y en Alemania se está celebrando la reunificación. La
reunificación es la razón de ser de Europa”, recordó el eurodiputado durante su
intervención.
A juicio de Pittella una declaración unilateral de
independencia catalana sería “una provocación adicional” ante lo que conminó al
inquilino de la Moncloa a establecer un canal de diálogo.
Lo más lamentable es que la UE nuevamente se ve
sorprendida por un episodio traumático, y tampoco sabe cómo responder, más que insistiendo que no
será punto de mediación en el conflicto “interno de España”.
A COLACIÓN
Finalmente ayer el Constitucional suspendió el pleno de Cataluña para evitar la declaración unilateral
de independencia al tiempo que dos bancos, el Sabadell y el Caixabank,
anunciaron su partida de Barcelona, cambiando su razón social; el primero para
ubicarse en Alicante y el segundo, en Palma.
¿Un escenario caótico para la UE? En estos momentos es
tanto como lanzar una moneda al aire, aleatoriamente puede caer cara o cruz,
tanto como avanzar o descomponerse.
Por principio de cuentas su derrotero pasa por la
consumación de la independencia catalana aledaña a la negociación de salida del
Reino Unido y el escenario no sería más catastrófico si en los próximos noventa
días Alemania no forma gobierno con Merkel al frente. La diferencia es volver a
navegar con el viento en popa o quedarse hundidos en una turbia ciénaga.
Directora de Conexión Hispanoamérica,
economista experta en periodismo económico y escritora de temas internacionales
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