POR
LA ESPIRAL
Claudia
Luna Palencia
@claudialunapale
-Monedas virtuales, ¿riesgosa
realidad?
Mientras
las monedas tradicionales, al menos las divisas como el dólar, el euro, el yen
y la libra sufren los altibajos propios que les caracterizan en una época
matizada por tensiones geopolíticas y de incertidumbre geoeconómica, las
criptomonedas van ganando su cuota expansiva de mercado.
Si como todo apunta será el Banco de Rusia el
que de alguna forma las “legitime” aprobando
su uso en territorio ruso, con
este parteaguas puede abrirse
definitivamente una nueva Era -hasta ahora desconocida- para miles de millones de seres humanos.
Se
trata del paso largo, del gran salto en la historia del dinero, al menos así
como le conocemos que llevará a romper con todos los cánones establecidos: de
lo tangible a lo intangible y de la realidad a depender de lo virtual.
Otro
hito en los mecanismos económicos de interrelacionarse entre los seres humanos
y una nueva forma de hacer Banca; podría inclusive convertirse en un revulsivo
equiparable a la evolución del trueque
al cheque… del cheque al Bitcoin.
Un
resumen didáctico de toda una transformación de siglos del ser humano en sus
expresiones mercantiles y en su posición como homo economicus: del primitivo
intercambio entre tribus y pobladores que cambiaban entre sí medios de
subsistencia, con el trueque el principio base derivó de cierto acopio de
excedentes.
Después
fueron utilizados los materiales preciosos así como el cuero, la lana, la seda,
el algodón y los telares como medida para fijar términos de
valor de referencia para adquirir otros
bienes; luego vendría el surgimiento primario de formas de ahorro y
financiación informal en poblaciones de mercaderes desde la antigua Babilonia,
los sumerios, los fenicios, los caldeos hasta los mercantes venecianos.
Las
monedas de oro y de plata iban
acuñándose en los grandes Imperios como el Romano (el áureo y el denario) para
luego, en el siglo XIV, atestiguar el
surgimiento del término de la Banca moderna en Italia.
Trescientos
años después el papel moneda se puso en marcha en Suecia, el billete fue
generalizándose en la medida que ganaba credulidad entre la gente y sus pagos cotidianos.
En
el siglo XX la novedad consistió en el
dinero plástico con las tarjetas de crédito y
de débito así como el acceso a los cajeros automáticos y, en la
actualidad rumbo al 2020, la banca digital, la utilización de la
biométrica y las criptomonedas avizoran un futuro en el que los billetes y el
dinero contante y sonante podrían ser jubilados definitivamente.
Toda
innovación provoca incertidumbre, abre otras expectativas y provoca
desconfianza, máxime cuando se trata de dinero; en su momento la introducción
del papel moneda despertó también suspicacias y temores al respecto de su
fiabilidad. Porque tanto el oro como la plata han jugado siempre un rol
significativo en todas las culturas y en todos los países como bienes de
atesoramiento primero, y también después,
como medios para adquirir u obtener otras mercancías.
¿Llegará el día en que no existan más los
billetes y las monedas? ¿En que éstos sean unas meras reliquias, un recuerdo
del pasado que no volverá?
A COLACIÓN
Actualmente
predomina un enorme desconocimiento –y desconcierto- en torno a las criptomonedas, a determinadas generaciones les ha costado
muchísimo no sucumbir ante la transformación digital; por ende, hablar de los
bitcoins implica entrar en una nube gris.
De
acuerdo con información de XTB Trading, las criptomonedas o criptodivisas, son
monedas virtuales que nacieron como un medio de intercambio digital. El bitcoin
es una criptomoneda o moneda virtual surgida en 2009.
“Desde
su nacimiento, su utilización se ha ido extendiendo, provocando la creación de
innumerables tipos. Las características y protocolos varían de unas a otras”.
En
este preciso momento nadie las regula, ni están reconocidas por la Reserva
Federal, el Banco Central Europeo, el Fondo Monetario Internacional ni el
Banco Mundial; llama poderosamente la atención que ha sido la Federación Rusa
la primera en manifestarse abiertamente a favor de los bitcoins.
Además
los millennials son los que más están metiéndose con el tema, de primera
instancia lo asimilan como una forma de especulación virtual creyendo que se
lucrarán por siempre… una visión demasiado riesgosa.
Directora de Conexión Hispanoamérica,
economista experta en periodismo económico y escritora de temas internacionales
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